Es evidente que en
nuestra vida cotidiana la observación es, por decirlo de algún modo, el
procedimiento que utilizamos ordinariamente para adquirir conocimientos.
Continuamente observamos, pero rara vez lo hacemos metódicamente (para no decir
“científicamente”, que puede resultar una expresión un tanto ampulosa).
Observar es, un quehacer del vivir.
Sin
una diferencia de naturaleza, aunque si de intencionalidad y forma, se ha ido
desarrollando la técnica de observación como un instrumento para la
recopilación de datos e información.
Para
explicar esta técnica consideraremos las siguientes cuestiones.
Técnica
antigua y moderna de recopilación de datos.
Se
ha dicho – y con razón – que la observación es el procedimiento empírico por
excelencia, el mas primitivo y a la vez el más moderno. En efecto, éste fue el
procedimiento utilizado por Aristóteles para recoger buena parte de la
información que nos proporciona en su libro La Política. Además lo postula como
método de estudio de los fenómenos concreto, aunque no lo llame así: “debe
concederse –decía- más confianza a la sensación que al razonamiento y fiarse de
las consideraciones racionales mientras éstas faciliten resultados en
concordancia con los fenómenos”... Más cerca de nosotros la obra de Alexis de
Tocqueville, La democracia en América, nos revela los resultados de un estudio
sociológico y político realizado a través de la observación atenta y perspicaz
de la realidad norteamericana.
Desde
fines del siglo pasado y comienzos de éste, se fue recurriendo a esta técnica
de una manera cada vez mas sistemática, llegando a construir el instrumento
metodológico por excelencia de la antropología (ya se la adjetive como social o
cultural, según el modo inglés o norteamericano de designarla). Entre los años
1859 y 1862, en los estudios que Morgan lleva a cabo en las tribus situadas en
Kansas y Nebraska, realiza observaciones (como técnica de estudio) al estilo de
los antropólogos modernos. Con Tylor la disciplina adquiere perfiles propios,
pero es con Bronislaw Malinowski con quien se sistematiza y fundamenta en sus primeras formulaciones la
técnica de observación. El la utiliza ampliamente en sus investigaciones en las
islas del Pacífico y sus resultados están contenidos en el libro “Los
argonautas del Pacífico Occidental”, hoy uno de los clásicos de la
antropología.
Si
bien es cierto que como procedimiento de recolección de datos y de información
se la ha considerado como el más propio y específico de la antropología, se ha
de reconocer que su uso hoy es mucho más amplio. En los últimos cuarenta años
han aparecido numerosos trabajos de investigación realizadas mediante la
técnica de la observación participante. El ejemplo clásico es el estudio que
realizaron Robert y Helen Lynd (“Midletown: a study in comtemporany american
culture”, New York, 1929; “Middletown in transition: a study in cultural
conflicts”, New York, 1937) con un grupo de colaboradores, residiendo varios meses
en la ciudad que era objeto de su estudio, participando de su vida (asambleas,
reuniones, comidas, fiestas, conferencias, etc.) y asumiendo las
responsabilidades de cualquier ciudadano.
Similar
es el procedimiento empleado por Lloyd Warner, bajo cuya dirección se comenzó a
estudiar en 1930 una ciudad típica de 17000 habitantes, trabajo que se concluyó
sobre el terreno en el año 1937. el equipo se presentó como un grupo de la
escuela Superior de Comercio de la Universidad de Harvard, lo cual le permitió
tener amplia aceptación por parte de la comunidad local en atención al
prestigio de la entidad patrocinante. La elaboración de los datos recogidos
duró alrededor de veinte años y entre 1941 y 1949 se publicaron los resultados
en varios volúmenes (Yankee City Series, 1941/49), reconociéndose como los
aportes más importantes de la obra los referentes a la estratificación social y
a la clasificación de las clases sociales.
La observación como técnica
de investigación social
Un
alcance similar le da Pardinas; bajo la denominación de “tipos y técnicas de
observación científica de la realidad”, designa la observación de fenómenos
sociales, la observación heurística, la observación para comprobación o
disposición de hipótesis, observación documental, observación monumental y
observación de conductas.
Otros
autores –entre los que nos incluimos- hacemos referencia a la observación como
una de las técnicas de recopilación de datos y de captación de la realidad
socio-cultural de una comunidad o de un grupo social determinado. En este caso,
el término se utiliza en el sentido más corriente: una o más personas observan
lo que ocurre en una situación y registran lo que acontece. Con este alcance,
que es el que le damos en el libro, la observación se entiende en sentido
estricto, como observación directa.
Para
quienes se inician en el estudio de los métodos y técnicas de investigación
social es importante tener en cuenta los diferentes alcances con que se utiliza
el término para no incluir en confusiones en cuanto al significado de la
palabra.

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